Friday, January 23, 2009

No son formas, son alardes



Hace unos dias en la prensa, tanto escrita como por radio y televisión, se difundía la noticia de que, por una parte, una parroquia de Madrid habia comenzado a poner propaganda en los autobuses haciendo apología de la existencia de Dios, mientras que en Barcelona una asociación laica había decidido seguir una iniciativa que ya se había empezado en Londres tiempo atrás.

Yo no voy a entrar al trapo, no quiero llegar al meollo, solo quiero hacer una comparativa que aunque pueda parecer banal, refleja el espiritu (en general) de ambos colectivos.

Si empezamos por lo más inmediato, el mensaje, nos damos cuenta de que uno es tajante, seco y desde luego, no deja alternativa. Dios SI existe, ni siquiera es una afirmación, como Dios existe, no, es una reafirmación, Diso SI existe. Y ya no hay nada más que añadir.
En cambio, el mensaje ateo deja lugar a la diversidad y, pese a que en mi opinión hay muchas más razones para no creer en Dios que para hacerlo, no es una postura estricta, sino que es un mensaje que trata de liberar a aquellas personas atemorizadas por la existencia de un Dios que todo lo controla. En general, es un mensaje positivo y no impositivo.

Y si llegamos a un campo que no todo el mundo percibe, pero que dada mi profesión, no puedo evitar comparar, las cosas se vuelven a confirmar. El diseño del mensaje ateo es moderno, con letras de trazos rectos y suaves, los colores son alegres y calidos, nada ofensivos. En cambio el mensaje ateo es arcaico, con una disposicion centrada, con una letra que trata de ser moderna pero es arcaica, de imprenta barata,  y unos colores agresivos como son el rojo puro y el azul. Y encima subrayado.

A veces nos fijamos demasiado en el contenido último de los mensaje, pero las formas, tanto lingüisticas como de diseño, también nos ayudan a comprender mejor los matices.